Petro, Venezuela y el derecho internacional latinoamericano

Juan Carlos Portilla

Profesor Maestría de Derecho Internacional

Universidad de la Sabana

Decía el poeta y abolicionista americano Ralph Waldo Emerson que un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. Teniendo en cuenta el derecho de libre determinación de los pueblos, no hay duda de que el presidente Gustavo Petro es una persona que puede pensar en voz alta frente a su homólogo venezolano, Nicolas Maduro. Así las cosas, Petro tiene una oportunidad de oro durante el próximo cuatrienio para hablarle a Maduro de la posibilidad de acercar de nuevo a Venezuela a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y, por ende, al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), organizaciones internacionales que Venezuela abandonó bajo la presidencia de Hugo Chávez. Veamos en detalle estas posibilidades.           

¿Hace parte del interés nacional que Venezuela se integre de nuevo al SIDH y a la CAN? 

La respuesta corta es positiva. En el preámbulo de nuestra Constitución Política se lee que uno de los propósitos de nuestro Estado es fomentar la integración de la comunidad latinoamericana. A la luz de la Carta, se determina que la política exterior colombiana se deberá orientar hacia la integración latinoamericana y del Caribe. Podemos decir, entonces, que es de interés nacional y de nuestra política exterior el actuar de manera conjunta con todos los Estados latinoamericanos, incluyendo la Venezuela de Maduro, para profundizar el cumplimiento del derecho internacional en América Latina e impulsar la integración, el orden democrático en la región y la debida promoción y protección de los derechos humanos en toda Latinoamérica. De esa manera, la idea de fomentar un diálogo con Maduro para explorar la posibilidad de que Venezuela vuelva al SIDH y a la CAN no solo debe guiar la política exterior del gobierno Petro para la región, sino que hace parte de nuestro interés nacional de conformidad con la Constitución Política.  

Venezuela y el SIDH 

En el año 2012, el gobierno Chávez decidió retirarse de la Corte IDH. El motivo del retiro fue el caso de Raúl José Díaz Peña, un estudiante universitario detenido en El Helicoide bajo la era de Chávez y quien supuestamente fue sometido a constantes torturas por las fuerzas de seguridad venezolanas. El caso de Díaz Peña fue puesto en conocimiento ante el SIDH, lo que llevó a una audiencia ante la Corte IDH en Costa Rica. En el 2012, la Corte IDH encontró a Venezuela responsable de violar los derechos del estudiante Díaz Peña, los cuales eran protegidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que Venezuela había ratificado en 1977.

La Corte IDH ordenó al gobierno venezolano adoptar medidas para mejorar las condiciones en El Helicoide, que supuestamente han sido abusivas y peligrosas para los detenidos venezolanos durante años. Sin embargo, el gobierno Chávez no respetó la sentencia y, en cambio, se retiró de la Corte IDH. El retiro de Venezuela dejó a los venezolanos sin las protecciones legales ante esta instancia y sin un foro dentro del SIDH al que puedan llevar casos de violaciones a los derechos humanos cuando todos los recursos administrativos y judiciales internos en Venezuela resulten inútiles y se hayan agotado en su cabalidad. 

Paradójicamente, Petro sabe de los beneficios de que un país latinoamericano sea miembro de la Corte IDH. Su mismo caso ha sido oído y litigado ante el SIDH con éxito. Recordemos que el 9 de diciembre del 2013 el entonces procurador y exembajador ante la OEA, Alejandro Ordoñez, sancionó alcalde Petro con la destitución de su cargo y con una inhabilidad general para ocupar cualquier cargo público por el término de 15 años. Después de largas disputas administrativas y judiciales en Colombia, Petro llevó el caso ante el SIDH. El 8 de julio de 2020 (en pleno gobierno Duque, cuyo principal opositor era Petro), la Corte IDH dictó sentencia bajo la cual declaró la responsabilidad internacional del Estado de Colombia por las violaciones a los derechos políticos del hoy presidente Petro. Colombia, a diferencia de la Venezuela de Chávez, no se retiró de la Corte por este fallo a favor del principal opositor político del gobierno de turno. De esa manera, el pasado 7 de agosto, Petro pudo jurar defender nuestra Constitución y posesionarse como Presidente.  

Venezuela y la CAN

Recordemos que la CAN fue establecida el 26 de mayo de 1969, cuando entró en vigor el Acuerdo de Cartagena. La CAN es una organización internacional que busca la integración política y económica de sus países miembros, la puesta en marcha de una zona de libre comercio andina y el libre tránsito en la jurisdicción de la CAN de personas de sus países miembros. Recordemos que el Parlamento Andino, el Tribunal de Justicia de la CAN y la Secretaria General son organismos comunitarios de la CAN. Otros organismos multilaterales, como el Banco de Desarrollo de América Latina (antes conocido como la Corporación Andina de Fomento o CAF) y el Fondo Latinoamericano de Reservas hacen parte del sistema de la CAN, entre otros.  

Actualmente, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador son miembros de la CAN. Venezuela había ingresado a la CAN en 1973. Sin embargo, el presidente Chávez, en el año 2006, retiró a Venezuela de la CAN como acto político internacional en contra de los acuerdos de libre comercio que en su momento Colombia y Perú se encontraban negociando con EE UU. No hay duda, un eventual regreso de Venezuela a la CAN puede impulsar de nuevo la integración política y económica de la región andina y cristalizar de esa manera el ideal de nuestra Constitución de fomentar la integración latinoamericana.      

Conclusión: 

Petro es un presidente que puede pensar en voz alta frente a Maduro, dada su cercanía y amistad con el presidente venezolano. Ya quedó atrás la estrategia diplomática fallida frente a Venezuela de suplantar a Maduro con Juan Guaidó, un presidente interino que no cantó. No hay duda de que los astros están alineados para hacer posible lo imposible, que Venezuela, como el hijo pródigo del evangelio, regrese tanto a la Corte IDH y a la CAN, organismos internacionales que estarían listos con los brazos abiertos para darle la bienvenida a casa a su ex miembro rebelde.  

¿Estarían Petro y su canciller Álvaro Leyva dispuestos a jugársela por el regreso de Venezuela al SIDH y a la CAN? La historia nos dará la respuesta.