En Ejercicio
Juan Guillermo Jaramillo Díaz: “La Facultad de Derecho de la Bolivariana no tuvo crisis interna”
15 de Mayo de 2012
Apenas lleva un semestre en este cargo y por todos los pasillos de la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín) los estudiantes lo saludan más con la confianza que brinda un compañero de estudio, que con el protocolo y la distancia que producen los cargos de poder.
Mientras le toman las fotos para esta entrevista, incluso, bromean con su vestuario, sus poses y su precario perfil de modelo. Él se ríe de los comentarios jocosos de los estudiantes y contribuye con sus propios apuntes a seguir flagelando su vanidad.
Ya en su oficina, en la que sobresale un crucifijo, señal de su ferviente catolicismo, sigue ostentando la máxima autoridad de su territorio académico, pero con un carácter descomplicado y sereno.
Con papelitos pegados en carteleras, que le avisan de sus trabajos urgentes y de los subalternos a los que les tiene que hacer un llamado de atención, y muchos libros y documentos dispersos, habla de su llegada a dirigir una de las escuelas jurídicas más reconocidas del país, justo cuando se ventilaban algunas dificultades en los medios de comunicación.
ÁMBITO JURÍDICO: Usted llega a la Decanatura de Derecho cuando estalló un escándalo mediático, por la salida de la antigua decana, al parecer, por diferencias ideológicas y religiosas con la rectoría. ¿Qué visión tiene de este hecho?
Juan Guillermo Jaramillo Díaz: En relación con lo que ocurrió en mi Facultad, tengo una percepción distinta de la que tiene el común de la gente por el escándalo creado en los medios de comunicación. Primero, no hubo ninguna crisis interna. Lo que aquí sucedió pasa en cualquier Facultad de Derecho: probablemente, ya no había entendimiento de criterios de algunos docentes con la anterior decana. Fue algo muy cotidiano, no tan escandaloso como lo mostraron los medios.
Á. J.: ¿Y cuáles eran esas diferencias de criterio entre algunos docentes y la decana?
J. G. J. D.: Se trata de una pugna eterna en el Derecho y que sigue latente en todos los espacios jurídicos: la disputa entre iusnaturalistas y positivistas, la división entre funcionalistas y garantistas. Ese fue el tema de fondo y real que suscitó la salida de la anterior decana y mi llegada. Pero déjeme aclararle que yo no busqué este cargo, no lo quería. En esta etapa de madurez, yo quería dedicarme a mi hogar y a la vida del campo. Me lo ofrecieron, y sentí el deber de hacer algo valioso por mi universidad, por mi casa académica. Yo llego esta oficina cuando el día está oscuro, y cuando salgo, también está oscuro.
Á. J.: ¿Y usted con quién se identifica: con los positivistas, los iusnaturalistas, los funcionalistas o los garantistas?
J. G. J. D.: Aunque pienso que esas dualidades están superadas con el nuevo constitucionalismo, yo me considero un garantista.
Á. J.: ¿Eso quiere decir que a usted lo nombraron decano para no disgustar a esos docentes garantistas que divergían de la exdecana?
J. G. J. D.: Por supuesto que no. Yo estoy aquí para abrir ventanas, no para cerrarlas. Además, mi labor no es desconocer los 75 años de tradición jurídica de esta universidad, sino conservarla, mejorarla y abrirles camino de conocimiento a las nuevas generaciones de estudiantes.
Á. J.: Entonces, ¿cuál es esa tradición bolivariana que usted piensa fortalecer?
J. G. J. D.: Numerosos egresados de la Facultad de Derecho de la Universidad Bolivariana integran las altas cortes de justicia, son grandes tratadistas del Derecho, excelentes litigantes, magníficos profesores y asesores privados, etc. Esa tradición de excelencia académica, de prestigio, de tantas cosas buenas que tiene por mostrar esta Escuela de Derecho es la que pienso seguir fortaleciendo. Para eso estoy en este cargo.
Juan Guillermo Jaramillo Díaz
Estudios realizados: abogado de la Pontificia Universidad Bolivariana, especialista en Derecho Constitucional y Parlamentario, Penal y Criminología y Procesal. Cuenta con estudios en sistema acusatorio, en Puerto Rico.
Cargos desempeñados: juez penal, magistrado de la Sala Penal del Tribunal de Medellín, procurador delegado ante la Corte Suprema, profesor de Derecho Penal y Procesal Penal de varias universidades.
Cargo actual: decano de la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
Destacado: Mi labor es conservar los 75 años de tradición jurídica de esta universidad y abrirles camino a las nuevas generaciones de estudiantes.
Opina, Comenta