Juan Alberto Polo: “No soy optimista frente al futuro de la jurisdicción administrativa”

A pesar de la reciente vigencia del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo (CPACA) y de las medidas provisionales para descongestionar la jurisdicción, Juan Alberto Polo Figueroa, exmagistrado del Consejo de Estado, no es optimista frente al futuro de esa justicia.

 

Hoy, la vasta experiencia profesional de Polo está al servicio de la academia, al presidir la Asociación Colombiana de Facultades de Derecho (Acofade) y la Decanatura de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda seccional Santa Marta.

 

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cuáles son sus principales recuerdos de su paso por el Consejo de Estado?

 

Juan Alberto Polo: Son muchos. No obstante, destaco los lazos de compañerismo y amistad forjados con los demás magistrados y empleados, la oportunidad que tuve de crecer intelectualmente al lado de ellos y la íntima satisfacción de haber entregado mi despacho al día en la fecha de mi retiro.

 

Á. J.: ¿La jurisdicción ha mejorado en los últimos años y podrá hacerlo aún más con el CPACA?

 

J. A. P.: No soy optimista, pues es evidente que la congestión crece y cada vez es más acuciante. El CPACA constituye un avance en la protección y garantía de los derechos de las personas, pero, a mi juicio, más que normas, se requiere un cambio profundo en la mentalidad de magistrados y jueces, para que se comprometan con el estudio y solución efectiva de las controversias sometidas a su conocimiento. La aplicación valiente del principio de la economía procesal es más efectiva que despachos transitorios de descongestión. Las sentencias eruditas, extensas, plagadas de doctrina y de auto reconocimientos poco significan frente a los intereses de una sociedad que reclama respuestas prontas a sus problemas.

 

Á. J.: Ahora que se encuentra en la academia, ¿cuáles son las mayores enseñanzas que puede transmitir a los futuros abogados?

 

J. A. P.: Ingresé a la jurisdicción por concurso y accedí al Consejo de Estado sin influencias de ninguna índole. Ello me autoriza para recalcar a los futuros abogados la necesidad de procurarse una mejor preparación académica, para no quedarse anclados en los saberes adquiridos en la universidad y para estimularles la fe en su propia capacidad y valía. Quien asciende por influencias tendrá siempre un compromiso; aceptarlo puede derivar en desmedro de la justicia.

 

Á. J.: ¿Qué abogado procuran formar en la Facultad de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda sede Santa Marta?

 

J. A. P.: En nuestra Escuela de Derecho, formamos un abogado culto, un jurista, un humanista, con amplias competencias comunicativas, con capacidad crítica, con aptitud para encontrar respuestas lógicas a las cuestiones y retos del ser humano, un profesional dotado de un plexo de valores, hábil para resolver el conflicto mediante relaciones dialógicas, con profundo respeto por la norma, pero, sobre todo, por la persona y sus derechos.

 

Á. J.: ¿Cómo se diferencia la formación de un abogado en la costa Atlántica frente a otras zonas del país?

 

J. A. P.: Los programas de Derecho tienen que responder a la solución de las necesidades del medio o región donde se enraízan. Pero, en principio, no debe haber diferencias en la formación de un abogado por razón del territorio donde se la imparta, puesto que la carrera de Derecho está regulada, y al Ministerio de Educación le compete señalar los contenidos básicos del programa, al cual deben acogerse todas las facultades de Derecho. El margen que deja la regulación oficial corresponde a la misión que se trace el programa y a la visión que se tenga del hombre como persona y de su papel frente a la sociedad.

 

Á. J.: ¿Qué metas tiene al frente de su facultad de Derecho?

 

J. A. P.: Nuestra meta inmediata es lograr la acreditación de alta calidad, que evidencie el prestigio y el posicionamiento que ya hemos logrado en el ámbito nacional, como también la de avanzar en un proceso de internacionalización de sus estudios. Ello supone la formulación de planes de estudio acompasados con las tendencias más actuales del Derecho, la revisión de competencias y la mejor cualificación formativa de sus docentes.

 

 

Juan Alberto Polo Figueroa

 

Estudios realizados: doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Libre de Bogotá y especialista en Administración Pública de la Escuela Superior de Administración Pública.

 

Cargos desempeñados: magistrado del Tribunal Administrativo del Magdalena, magistrado del Consejo de Estado y docente de las universidades Libre, Santo Tomás y Santiago de Cali.

 

Ocupación actual: Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Sergio Arboleda seccional Santa Marta y Presidente de la Asociación Colombiana de Facultades de Derecho (Acofade).