SIC establece reglas para la publicidad de proyectos inmobiliarios

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), autoridad encargada de la protección al consumidor, expidió una circular externa que establece que todas las personas o empresas que comercialicen soluciones de vivienda deben proporcionar información clara, precisa, transparente y verificable sobre los proyectos inmobiliarios.

Su objetivo es garantizar los derechos de los consumidores, protegiéndolos de prácticas engañosas y asegurando que reciban la información necesaria para tomar decisiones informadas al momento de adquirir una vivienda.

Según la SIC, las empresas que comercialicen viviendas deben ofrecer datos completos y fácilmente comprensibles sobre precios, fechas de entrega, condiciones de venta y cualquier otro aspecto relevante del proyecto. Esta medida busca empoderar al consumidor y promover la competencia justa dentro del sector inmobiliario. (Lea: Incluirán gastos notariales y de registro dentro del valor del crédito hipotecario)

Una de las modificaciones más destacadas de la circular es la obligación de las empresas de informar el precio de la vivienda en pesos colombianos. Además, se establece que el precio acordado en el momento de la manifestación de la voluntad de compra, ya sea a través de un contrato de separación, opción de compra o contrato de fiducia, debe ser respetado por las partes. Este cambio busca dar mayor seguridad a los compradores, evitando alteraciones en los valores acordados inicialmente.

Otro aspecto clave de la normativa es la obligación de ofrecer información oportuna y suficiente sobre las fechas de entrega de los proyectos, para que los consumidores puedan planificar adecuadamente y tomar decisiones basadas en hechos claros, sin sorpresas ni cambios inesperados en los plazos. La transparencia en cuanto a los plazos de entrega es fundamental para generar confianza en el sector y evitar posibles disputas legales entre compradores y vendedores.

La SIC también realizó un proceso de consulta pública antes de la expedición final de la circular, permitiendo que la ciudadanía presentara observaciones sobre el proyecto. De esta manera, la SIC asegura que la circular no solo sea una herramienta de control, sino también un mecanismo de participación ciudadana en la mejora de la regulación de la industria inmobiliaria.

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