Anecdotario político

Benjamín Ardila Duarte

La muerte de Mijaíl Gorbachov recuerda los Seis años que cambiaron el mundo 1985-1991, libro escrito por Hélène Carrère d’Encausse, y la caída del imperio soviético. Las reformas democráticas y la transparencia (perestroika y glásnost) permitieron acabar el modelo de Lenin y de Stalin, reemplazado por la economía de mercado, con libertades públicas y elecciones libres. Todavía está en veremos la ruta señalada y el cumplimiento de su objetivo final.

En EE UU, la presidencia imperial y la elite del poder definen la institucionalidad. Paralelamente, hay el equilibrio de poderes con los Estados federales fuertes y las grandes ciudades. Partidos políticos, grupos de presión e intereses creados canalizan la opinión para gobernar o para oponerse. El binomio gobierno-oposición se equilibra.

Desde 1948, la OEA, con la Carta de Bogotá, debe resolver problemas americanos, pero los ha dejado crecer o pasar a otras jurisdicciones. Ejemplos hay muchos: Chile despojó a Bolivia de su única provincia litoral para salir al mar en 1882, a lo cual aludió Menéndez Pelayo hace un siglo largo. Colombia tiene conflicto de plataforma y mar con Venezuela en el golfo de Coquivacoa, y con Nicaragua, en el Caribe, y la OEA no ha actuado. Chile y Argentina disputaron por el canal de Beagle y, sin la OEA, dirimió el tema el Vaticano. El organismo regional tiene más funciones en la Carta constitutiva que en la realidad.

Desde 1950, el Icetex, creado por Gabriel Betancourt, ha servido a la juventud colombiana para estudiar en el exterior y en el país. Ahora, a Mauricio Toro le corresponde su reestructuración: humanizar los créditos, plazos largos e intereses bajos. Para los pobres, ha sido un banco con usura “gota a gota”. Los enciclopedistas decían que el genio se encuentra en chozas y en palacios, pero más en las chozas, porque son mayoría sobre los palacios.

Hace 60 años, el profesor brasileño Josué de Castro escribió la Geopolítica del hambre. Poco ha cambiado la situación. La dieta alimenticia en las naciones proletarias de que habla Pierre Moussa es muy baja en calorías. En Colombia, medio país come mal y no tiene las tres comidas. El problema es político: mejorar el ingreso, producir alimentos básicos y educar al que no sabe economía doméstica.