Dilemas tributarios
Juan Camilo Serrano Valenzuela
Abogado y asesor tributario
En estos últimos tiempos, se han venido creando una serie de disyuntivas entre unos derechos y otros, como si en una sociedad no fuera posible conciliar las distintas condiciones y las atribuciones de las personas y las autoridades.
Que si la vida o la economía, se discute aún hoy frente a las precauciones y cuidados necesarios en época de pandemia; o si cuidar la salud implica el cierre total de la economía, como sostienen algunos profetas apocalípticos; o si el derecho a la salud es más importante que la libertad misma; o si los derechos propios de un régimen democrático deben someterse a las decisiones de autoridades con espíritu medieval, que las justifican porque “están cuidando a sus ciudadanos del perverso covid-19”.
Estos dilemas, tan de moda en los últimos tiempos, hacen pensar en los que debe resolver la sociedad y la administración ante la actual situación de crisis económica generada por la resolución inicial del primer dilema propuesto, cuando la economía cedió a la salud y se generaron necesarias obligaciones a cargo del Estado, altamente costosas, y que deberán financiarse con diversas fuentes que, al final, serán pagadas con los impuestos de los ciudadanos.
El primero, hace relación a la necesidad de una reforma tributaria ya anunciada para el año entrante, en la que será obligatorio definir si se busca recaudo tributario o si se estimula el crecimiento económico, es decir, economía o recaudo.
Este dilema, insuficientemente resuelto en proyectos anteriores de ajuste tributario, hará reflexionar sobre la orientación, si se opta por una normativa moderna y creativa, que estimule la inversión y el empleo, con medidas que no parezcan, como ha sucedido en anteriores ocasiones, pequeñas limosnas sin efectos reales en la economía (como las exenciones de la economía naranja) o los estímulos del empleo permitiendo incrementos inútiles a la deducción por salarios o si, por el contrario, se opta por mecanismos sostenibles, de largo plazo, que hagan pensar en las bondades de las nuevas inversiones, con crecimiento de las empresas, generación de riqueza y seguridad en la estabilidad normativa.
El dilema del recaudo frente al crecimiento económico, que definirá si se resuelve de la manera fácil, pero poco sostenible de incrementar tarifas, así sea a quienes no pueden defenderse como las personas naturales, o si se opta por un régimen de estímulo verdadero al crecimiento económico que, en el mediano y largo plazo, incremente los recaudos hasta los niveles requeridos.
Por su parte, el dilema que deberá afrontar la administración es el del recaudo frente a la evasión.
No significa que el incremento del recaudo no se relacione de manera directa con el éxito en la lucha contra la evasión tributaria, pero tampoco es cierto que las acciones administrativas que reportan mayores recaudos hayan logrado disminuir ese fenómeno.
Hoy se observa, al contrario, que los buenos resultados recaudatorios por la aplicación de los sistemas de investigación por parte de las administraciones tributarias corresponden a asuntos formales, a presión de la administración a contribuyentes incautos, al temor generado por las consecuencias penales o las mortificaciones por presiones indebidas y plazos tan perentorios y amenazantes, impuestos como para no dejar pensar.
Con frecuencia, esas correcciones incrementan el recaudo y la desigualdad de la tributación entre quien paga cumplidamente y el evasor, que sigue muy campante mientras el que cumple aumenta su aporte tributario, y la administración sigue buscando el muerto río arriba.
Opina, Comenta