Confinamiento fiscal
Juan Camilo Serrano Valenzuela
Abogado y asesor tributario
Ante la difícil situación generada por la aparición del llamado coronavirus (covid-19), y la decisión de sobreponer la protección del sistema de salud y la vida física de los ciudadanos, han venido surgiendo grandes preocupaciones del sector productivo y del comercio, respecto a otra gran tragedia que afecta la salud misma de los ciudadanos en el futuro, como lo es la alimentación, el acceso a servicios esenciales y la adecuada armonización de la protección presente y la sostenibilidad futura de la sociedad misma.
En esta muy grave situación presente y los muy complejos retos futuros, el empleo, la garantía del pago de nóminas, la agilidad de respuestas oficiales, la generación de nuevas condiciones en el pago de las obligaciones fiscales y la disposición rápida de los recursos de las empresas deben ser prioritarios para las agencias gubernamentales que, en consonancia con las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, deben procurar su respaldo a la morigeración de las muy complejas consecuencias de una parálisis económica de más de un mes, que seguramente sufrirá nuestra sociedad.
En ese entorno, el de la sostenibilidad de las empresas, del empleo y de la garantía del pago de nóminas sin que sea posible el trabajo de los empleados y la producción de buena parte de los sectores económicos, corresponde a la Dian y a las demás autoridades tributarias conectarse a las intenciones gubernamentales y salir de su confinamiento conceptual, para apoyar al país, y a sus socios naturales, que son los empresarios y los empleados.
Aterran noticias de prensa que denuncian represamiento en las oficinas de aduanas de reactivos de laboratorio necesarios para la práctica de pruebas para detectar contagios de covid-19, o la avalancha de oficios de cobro, muchos de los cuales están originados en la desactualización de la cuenta corriente, sin posibilidad de solicitar su corrección por la suspensión de términos, o el vencimiento de los plazos para los pagos impositivos o de la seguridad social, no ayudan en lo absoluto a la resolución de la gravísima crisis que se nos avecina, que puede ser peor que el mismo contagio, si no se toman medidas rápidas y efectivas que generen caja a los empleadores.
Tal parece que el confinamiento afecta las autoridades tributarias más que a los demás, pues no ha entendido la administración la gravedad de la situación, y aparentemente hace lo necesario para apretar la caja de los empleadores, aplazando caprichosamente la devolución de saldos a favor, que generaría caja efectiva a las empresas, con recursos que son suyos y no del tesoro nacional, como ya ha sido reiteradamente denunciado.
Caja para las empresas aplazando plazos para el pago de cuotas de renta y no solamente para el cumplimiento de obligaciones formales, plazos especiales para el pago de la seguridad social o revisión de las tarifas de retención en la fuente que actualmente generan saldos a favor reiterados en las empresas, son medidas que alivian a quienes buscan la protección de sus trabajadores, manteniendo el empleo aun sin posibilidad de producir, pero que legítimamente tienen la obligación de proteger el futuro de sus actividades y la sostenibilidad futura de sus empresas.
No es razonable descalificar empresarios, como lo hacen algunos altos funcionarios del Estado poniendo su actividad “entre comillas”, si el Gobierno Nacional no actúa de manera coherente, desde las muy acertadas decisiones presidenciales, hasta las caprichosas, desconectadas y sin contexto, tomadas por algunos funcionarios de medio o menor nivel, que aparentemente no han recibido la instrucción necesaria o no han dimensionado la verdadera crisis futura, cuyas consecuencias pueden deslegitimar el enorme y necesario sacrificio que pide el Gobierno a la sociedad, y que esta, sin duda, está haciendo.
Como se ha dicho de manera reiterada, la sociedad exige que las autoridades fiscales se conecten con la crisis, entiendan las dimensiones futuras de esta tragedia, asuman decisiones con sentido patriótico y salgan del confinamiento conceptual en el que, parece, están muy cómodas.
Opina, Comenta