La impugnación del laudo arbitral
Hernando Herrera Mercado
Director de la Corporación Excelencia en la Justicia y
presidente de la Corte de Arbitraje de la CCB
Atendiendo un honroso reto intelectual planteado por el inolvidable maestro Fernando Hinestrosa y que se centraba en motivarnos a escribir un texto inédito sobre el tema arbitral, nos dedicamos desde aquel momento a concatenar apuntes sobre esta materia recogidos a lo largo de varios años de experiencia en este foro integrado por una valiosa comunidad jurídica. Darle concreción a tal esfuerzo desembocó en una obra jurídica (de la cual se acaba de dar a conocer su segunda edición), dirigida a examinar a profundidad los medios de control de los laudos arbitrales. Trata la misma, entonces, de examinar en un solo libro los distintos cauces procesales de repudio contra los laudos y del análisis de sus distintas causales principalmente originadas en defectos formales o procedimentales, en la extralimitación arbitral temporal u objetiva, en violaciones a derechos fundamentales de orden constitucional o en el quebrantamiento de previsiones supranacionales.
A juicio en todo caso de los lectores, la originalidad de esta publicación (titulada La impugnación del laudo arbitral) se centra, precisamente, en estar dirigida al tratamiento integral y conjunto de tales medios impugnativos y de los motivos que los configuran. Lo anterior posee dos propósitos fundamentales y distintos, pero complementarios. El primero, dotar a la función arbitral de mayor certeza brindándole a los árbitros conocimiento actualizado de las razones que pueden acarrear la invalidez de su definición litigiosa.
Desde luego, no se trata de limitar el rol arbitral, pero sí que se observe una sincronía que haga que el arbitraje se acerque al ideal de laudos debidamente ejecutoriados y no defenestrados por la jurisdicción ante el intento del decurso positivo de cualquiera de sus vías de impugnación. La otra motivación reposa en que se cuente por parte de interesados o eventuales recurrentes con pautas precisas a la hora de interponer eficientemente tales recursos frente a laudos que se reputen viciados.
Bajo tales presupuestos, presentamos, hace algunos años a la comunidad dedicada a estos temas y a las instituciones arbitrales, una primera edición de este libro, y ahora, con mayor extensión, una segunda, que condensa la aludida experiencia en esta área como árbitro, conjuez de alta corte, litigante arbitral y catedrático. Igualmente, debo anotar que, aunque en principio este libro detalla minuciosamente el caso nacional, en virtud de la gran uniformidad de criterios entre las distintas legislaciones arbitrales a la hora de establecer recursos contra los laudos, sus conclusiones resultan plenamente aplicables a otras latitudes. Lo anterior, toda vez que como la justicia arbitral está premunida de unos rasgos distintivos muy comunes, en la gran mayoría de jurisdicciones, existe paralelismo con los motivos impugnatorios frente al laudo y su espectro de acción, y, por ende, evidente uniformidad en cuanto a dichos regímenes.
Ciertamente, por el lado del recurso de anulación arbitral, es conocida la consideración de antaño que exclusivamente este opera frente a circunstancias esencialmente derivadas de la inobservancia de formalidades, la emisión fuera de plazo del laudo o la resolución de aspectos no sometidos a la decisión arbitral o de materias no susceptibles de arbitraje. En cuanto a otros mecanismos, por ejemplo, la tutela o el recurso de amparo, concretamente se ha estimado que este procede por la concurrencia de lo que se ha denominado la configuración de la incorreción del fallador (“vía de hecho”), y que se constata en la vulneración de los derechos fundamentales de los sujetos procesales.
Agregaría que, en la nueva edición, además de ahondar en estas y otras figuras, también los lectores encontrarán un completo glosario jurisprudencial en torno al arbitraje y sus distintos recursos edificado a partir de las sentencias sobre la materia proferidas por la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y otros tribunales. No quiero terminar esta columna sin señalar que, gracias al auspicio de diferentes instituciones (Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá; Corporación Excelencia en la Justicia; Maestría en Arbitraje Nacional, Internacional y de Inversión de la Universidad del Rosario; Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial y Centro Internacional de Arbitraje de Madrid), esta obra puede ser consultada virtualmente en el siguiente enlace: https://cej.org.co/wp-content/uploads/2022/07/La-impugnacion-del-Laudo-Arbitral.pdf
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