28 de Noviembre de 2024 /
Actualizado hace 14 minutos | ISSN: 2805-6396

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Opinión / Columnista Impreso

Covid-19 y la dimensión de género en Colombia

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Lorena Garnica de la Espriella

Magistra en Derecho de los Negocios Universidad Francisco de Vitoria (España)

 

Los impactos del covid-19 evidencian y acentúan las desigualdades de género, lo que también ocasiona un aumento de riesgos de violencias hacia las mujeres. La garantía de ingresos y medios de vida, la prevención y respuesta a las violencias de género, la participación de las mujeres y sus organizaciones en la toma de decisiones y la migración son solo algunas de las áreas de preocupación que deben ser parte de una respuesta ante la crisis sanitaria que se atraviesa en este momento. 

 

En el mundo, millones de mujeres están en la primera línea de respuesta, asumiendo una mayor carga de trabajo y riesgos ante esta crisis, son el 70 % de quienes trabajan en los sectores sanitarios y sociales, realizando el triple del trabajo de cuidados no remunerados en comparación con los hombres.

 

El manejo de las crisis de emergencia como el covid-19 puede tener impactos graves en la vida de las mujeres y niñas, si no se consideran las dimensiones de género. Aunque trabajan dos horas más que los hombres, las mujeres reciben remuneración por el 63,2 % del tiempo que trabajan. Según el Dane, en Colombia, las mujeres ya tenían una jornada de trabajo de 15 horas diarias antes de la crisis.

 

La autonomía económica, la violencia física o sexual, la participación de las mujeres en la toma de decisiones, la desagregación de datos por sexo, el análisis de género y la migración irregular son solo algunas de las áreas de preocupación que deben ser parte de una respuesta efectiva ante la crisis sanitaria que atraviesa el mundo en este momento. 

 

A la fecha de redacción de esta columna, el apoyo estatal denominado Ingreso Solidario había llegado a 1.593.917 hogares, entre los cuales las beneficiarias directas fueron mujeres en una proporción del 57 %, según el Departamento Nacional de Planeación, manteniéndose esa proporción en el futuro conforme a las estimaciones oficiales.

 

En materia de violencia intrafamiliar, el Gobierno Nacional ha puesto a disposición diferentes líneas de apoyo y denuncia de violencia en el hogar contra las mujeres, sus hijos o miembros vulnerables de la familia. Además, durante el aislamiento obligatorio, pueden acudir a las autoridades sin ser sancionadas por no cumplir la medida, pues dicha circunstancia es una excepción al decreto que ordena el confinamiento preventivo obligatorio.

 

De otro lado, por medio del Decreto 460 del 2020, se garantiza la atención de las comisarías de familia por medios telefónicos y virtuales sin interrupción durante la cuarentena. La decisión incluye los casos donde se deba hacer gestión presencial y que corresponden a los que representen un peligro para la vida de las víctimas. Así mismo, el Decreto Legislativo 563 del 2020 dispuso la prestación ininterrumpida de los servicios de las defensorías de familia y sus equipos interdisciplinarios para el cumplimiento de las funciones administrativas relacionadas con la verificación de las garantías de los derechos de los niños y adolescentes presuntamente amenazados o vulnerados, así como de cualquier otra actuación de carácter urgente que se encuentre dirigida a su protección integral, con acatamiento de las condiciones de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Salud y Protección Social.

 

En lo que refiere a políticas públicas, el Gobierno Nacional está haciendo un gran esfuerzo por evidenciar las cifras de impacto y cobertura de las medidas adoptadas discriminadas por género a fin de adoptar decisiones informadas sobre el impacto económico y social en las mujeres.

 

No obstante, la sociedad debe dar su cuota de esfuerzo promoviendo una reactivación económica inclusiva y la generación de oportunidades en empleos directos, indirectos, proveedurías o emprendimientos femeninos; en el escenario pospandemia es deseable permitir la permanencia del teletrabajo en actividades femeninas que admitan el desempeño laboral desde el hogar y en la cercanía de los hijos.

 

Que esta crisis nos dé la oportunidad ciudadana de reformular todos nuestros esfuerzos personales y profesionales para volcarlos a un consumo responsable proveniente del trabajo de mujeres emprendedoras, a apoyar la mano de obra femenina y a evitar que Colombia atrase los avances en equidad de género reconocidos por la Ocde (Fast forward to Gender Equality: Mainstreaming, Implementation and Leadership 2019), con ocasión de la crisis económica. La responsabilidad es de todos.

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