Consejos para manejar las relaciones laborales en la pandemia

Rafael Abuchaibe

Asociado senior Departamento Laboral, Seguridad Social & Migratorio

Lloreda Camacho & Co.

 

Luego de cinco meses de aislamiento preventivo obligatorio, en donde las autoridades sanitarias han insistido en que debemos quedarnos en casa para evitar la propagación del coronavirus (covid-19), no tenemos otra opción que adaptarnos a esta realidad para continuar con nuestras actividades personales y profesionales. Sin duda, esta emergencia ha tenido un impacto en la economía nacional, en los negocios de los empresarios y en las actividades que realiza el trabajador colombiano.

 

Este cambio en nuestra realidad ha sido tan drástico que cuando termine la pandemia y regresemos a una “normalidad”, no volveremos al punto inicial en el que nos encontrábamos a principio de este año. Es por eso que quien no se adapte a las nuevas circunstancias quedará rezagado.

 

La pandemia ha expuesto algunas situaciones que nos ha llevado a tener debates sobre algunos paradigmas en nuestras relaciones laborales. Debido a esta situación, en este espacio compartiré algunos consejos de cómo manejar las relaciones laborales en la pandemia para que las empresas del país puedan continuar siendo el motor de la economía nacional y una fuente generadora de empleo.

 

 

¿Cuál ha sido el mayor cambio en las relaciones laborales?

 

En mi opinión, el mayor cambio ha sido poner un límite en los horarios de trabajo. A pesar de las herramientas tecnológicas que nos acompañan hace varios años, la gran mayoría de los colombianos tenían definidos sus horarios de trabajo, cuya medición era muy sencilla: el hecho de tener que salir de las instalaciones físicas de las oficinas.

 

Hoy, al estar la gran mayoría trabajando desde casa, no tenemos un límite en nuestros horarios de trabajo, ya sea por decisión propia, al no considerar como algo positivo desconectarnos de nuestras actividades profesionales, o porque nuestros compañeros de trabajo o superiores tampoco tienen un límite y recibimos constante información, inclusive por fuera de la jornada laboral.

 

Esta situación es importante analizarla desde dos perspectivas: la del empleador, quien se le ha dificultado medir la productividad de su trabajador, y la del trabajador, para garantizarle su derecho al descanso y, derivado de ello, una buena salud física y mental.

 

¿Cómo el empleador puede medir la productividad de su trabajador, si ya no se puede medir fácilmente el cumplimiento de un horario de trabajo?

 

Ese es un paradigma que el empleador colombiano debe romper. Aunque no es fácil, se debe tener un cambio de pensamiento para poder medir la productividad del trabajador basado en el cumplimiento de objetivos y no la posición clásica de medir el rendimiento laboral controlando, supervisando y viendo que el trabajador efectivamente esté sentado en su puesto de trabajo.

 

Es una evolución en las dinámicas diarias de relacionamiento con los trabajadores, ya que debe quedar a un lado la clásica concepción de autoridad de un supervisor para que exista una confianza mutua que permita flexibilizar las relaciones laborales.

 

Desde las áreas de recursos humanos de las empresas, se deben diseñar estrategias claras y concretas para la medición del trabajo por resultado y no por cumplimiento de horario. Así, las relaciones laborales evolucionarían para irse adaptando a las nuevas realidades a las que nos enfrentamos.

 

Lo anterior no significa que dejemos a un lado las relaciones laborales tal y como las conocemos hasta el día de hoy. Es claro que hay algunos sectores de la economía que no van a poder cambiar su forma de relacionamiento, como lo sería el caso de la construcción y el comercio minorista.

 

¿Cómo cuidar la salud física y mental de los trabajadores?

 

Para quienes deben manejar el personal en las empresas no ha sido una tarea fácil apoyar a los trabajadores para que todos mantengan una buena salud física y mental. Los expertos en la materia afirman que el aislamiento también genera en los seres humanos cuadros de ansiedad y depresión.

 

Desde los sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo de las empresas se debe procurar por el cuidado de la salud física y mental de los trabajadores.

 

Hay varios aspectos que todo empleador debe tener en cuenta. Debido a que no hay una clara diferencia entre los horarios de trabajo y los horarios personales, los empleadores deben garantizar la desconexión de sus trabajadores. Un equilibrio entre la vida laboral y la personal genera una buena salud mental y, por ende, una buena productividad de los trabajadores.

 

Adicionalmente, cuando inició la pandemia, todos nos vimos obligados a trabajar desde casa con las herramientas que tuviéramos a nuestro alcance. Los trabajadores y los empleadores se vieron enfrentados a un gran reto: continuar con esa relación laboral sin tener los espacios y las herramientas adecuados para ello. En la medida en que han transcurrido varios meses y no todos los trabajadores han podido volver a sus espacios naturales de trabajo, es fundamental que los empleadores puedan proveer al trabajador de aquellas herramientas necesarias para que tenga un espacio adecuado en el que desempeñe sus labores. 

 

Las gerencias de recursos humanos deben innovar en sus estrategias para poder hacer efectivo todas las medidas propias de los sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo. Las actividades propias de este sistema, como las pausas activas, están encaminadas a que el trabajador recupere sus energías, mejore su desempeño y sea más eficaz en la actividad que desarrolla.

 

¿Cómo se ha visto afectada la relación con los clientes?

 

De cara a los clientes, considero que el cambio ha sido positivo. A pesar del distanciamiento social, desde mi experiencia, he tenido un mayor acercamiento con ellos.

 

El cliente no solo busca un buen producto. También busca un entendimiento y relacionamiento con quien le ofrece ese producto. Es por eso que se entendía que se debía tener siempre un relacionamiento presencial en reuniones, mesas de trabajo y almuerzos para mantener esos lazos comerciales. Estas actividades no van a desaparecer, pero creo que se mezclarán con las nuevas tendencias de relacionamiento virtual.

 

La ventaja que nos trajo la pandemia de cara a los clientes es ese contacto inmediato. La formalidad que caracterizaban nuestras relaciones antes de la pandemia hacía que perdiéramos tiempo en coordinación de agendas y desplazamiento por la ciudad, o a diferentes ciudades, para poder tener una reunión. Hoy, sin duda, hay una disponibilidad casi inmediata y, desde mi experiencia personal, puedo afirmar que me ha permitido ser un apoyo y que los clientes encuentren un aliado en sus negocios.