Debida diligencia, una oportunidad para tener éxito en los negocios

Quienes se dedican a diario a los negocios parten de la idea de que el riesgo es un aspecto inevitable a la hora de invertir. La actividad empresarial genera un alto impacto en los distintos entornos que se desarrolla, y lo cierto es que la ley cada día obliga más a las empresas a actuar con un mayor grado de diligencia en las actividades en las que estas se desempeñan.

La debida diligencia termina siendo un proceso determinante (y por qué no, esencial) a la hora de invertir en nuevos mercados. Mucho más, cuando se trata de oportunidades de negocio que no tienen un desarrollo legal muy amplio, o que, aun cuando lo tienen, presentan vacíos normativos que no brindan una solución.

Como consecuencia de la emisión de gases efecto invernadero, el mercado de los bonos de carbono[1] ha sido visto como un negocio propicio para invertir. Uno de los mayores riesgos a los que se ven enfrentados los actores que participan en este mercado tiene que ver con la transgresión a derechos colectivos de comunidades étnicas o tribales en territorios protegidos.

Esta es una problemática que genera gran preocupación, debido a que en proyectos REDD+ se ha omitido realizar procesos efectivos de consulta previa[2], a causa de la ausencia de procedimientos que permitan realizar un análisis pormenorizado de los riesgos y la ausencia de regulación sobre la materia, sin mencionar los emblemáticos fallos judiciales[3]que, a veces, sin ser muy claros, terminan en la suspensión de estos programas.

Por lo tanto, implementar procesos de debida diligencia aplicados a estos negocios parece ser una solución, ya que permite identificar los riesgos asociados a estas iniciativas, revisar la estructura corporativa de los actores y verificar la debida trazabilidad del proceso de consulta previa que se vaya a surtir. Un mecanismo que no se puede saltar, si su deseo es tener éxito en nuevos negocios.

Julian Felipe Bernal, abogado consultor