Mientras ChatGPT nos permita decidir

El sistema basado en el modelo de lenguaje por inteligencia artificial (IA) GPT, desarrollado por la empresa OpenAI, de Elon Musk y otros, tiene como propósito desarrollar la inteligencia de este chatbot, a partir de la solución de preguntas y/o problemas.

Cada vez que le preguntamos al chatbot lo estamos haciendo más inteligente, con más conocimiento de la especie humana, con más capacidad de manipular y de poder decidir por nosotros.

El ser humano está cediendo al chatbot la capacidad de decidir, proceso racional que nos diferencia de los animales. La pregunta que surge, en consecuencia, es: ¿qué papel o rol va a desarrollar el ser humano, si las decisiones trascendentales las va a tomar un chatbot?

Estamos en un momento crucial para la especie humana. La libertad parece estar siendo objeto de profundas limitaciones en nombre de la crisis ambiental, la humanidad afronta el peligro permanente de una guerra nuclear y, ahora, aparece la IA como nuestro posible remplazo.

¿Acaso somos una especie obsoleta que debe ser remplazada por máquinas? ¿Qué papel debe jugar el Derecho y la sociedad en esta circunstancia? ¿Es inevitable que, de nuevo, los grandes capitales determinen el nuevo orden mundial?

La IA no es negativa en sí misma, pero sí es necesario hacer una pausa en el camino para analizar, con profundidad, los riesgos de tecnologías con el chatbot GPT, entre otros, que pueden ser tan devastadores, como la crisis climática por CO2.

Andrés Guerrero Pardo, abogado especialista en Derecho Administrativo y Responsabilidad Social