Tengo una fanaticada muy seria: El mero tenedor
29 de Septiembre de 2017
Catalina Albornoz De la Cuesta
Redactora ÁMBITO JURÍDICO
Un salón de clases, los juzgados, la calle, las oficinas, las cafeterías y, en fin, cualquier lugar en donde estén presentes abogados y estudiantes de Derecho sirven de escenario para recolectar las mejores anécdotas de la profesión, cargadas con el humor que caracteriza a los profesionales del Derecho.
Miguel, creador y único administrador de El mero tenedor, se ha encargado de perpetuarlas y compartirlas en las redes sociales, logrando que sus seguidores se sientan identificados y, por qué no, comprendidos en un mundo académico y profesional en el que los errores y “embarradas”, además de lecciones, malas notas y hasta procesos disciplinarios pueden llegar a generar miles de sonrisas, cada vez que se rememoran.
Con la misma espontaneidad que caracteriza a su personaje, Miguel conversó con ÁMBITO JURÍDICO para revelar, en exclusiva, algunas de las inquietudes que su espacio han generado en sus seguidores.
ÁMBITO JURÍDICO (A. J.): ¿Cómo nació El mero tenedor?
El mero tenedor (E. M. T.): Para iniciar esta entrevista, debo decir que El mero tenedor nació por circunstancias en las redes sociales muy extrañas, injustas, esporádicas y hasta riesgosas. No quisiera mencionarlas, pero debo decir que de las peores crisis nacen las mejores ideas. Gracias a eso, y a mi motivación, hoy en día es un espacio con muchos seguidores, no solo en Facebook, en donde ya voy a alcanzar la suma de 450.000, sino también en las otras redes, como Twitter, en donde me siguen casi 40.000, e Instagram, en donde ya son cerca de 60.000. Cabe recordar que también construí algunos grupos para ofertas laborales y para buscar material de preparatorios.
(A. J.): ¿Los seguidores extranjeros entienden tu humor?
(E. M. T.): Lo entienden a la perfección. Tengo mucha fanaticada en Perú, Ecuador, México y Chile. Una de las cosas más maravillosas que he aprendido de mis colegas latinoamericanos es que el Derecho no tiene fronteras.
(A. J.): ¿De dónde surge el nombre?
(E. M. T.): El mero tenedor se asemeja a un concepto jurídico llamado “la mera tenencia”, que para un abogado o estudiante de Derecho es muy conocido, hasta el punto que algunos involuntariamente se ríen al escucharlo en el aula de clases o en un estrado judicial. Adaptarlo de una forma jocosa con un utensilio de cocina fue la mejor idea, aún me rio cuando observo a ese tenedor con corbata.
(A. J.): ¿En qué momento te diste cuenta que es el espacio de Facebook favorito para estudiantes y abogados?
(E. M. T.): ¡Las frases de los profesores adaptadas en las plantillas! ¡Ese fue el boom! Sé que ya existen muchas páginas con este hilo de frases para abogados, pero lo mío, modestia aparte, tiene un tinte más sarcástico, burlesco y académico, por supuesto.
(A. J.): ¿Cómo surgen las ideas para cada publicación?
(E. M. T.): Tengo una fanaticada muy seria (Jajajaja). Cada nada se llena el inbox de Facebook con muchas frases y memes. Nuestro diario vivir como estudiantes o abogados genera muchas anécdotas y mis seguidores (incluyo a los profesores) ya son fuente formal para El mero tenedor y claro, ¡pum! Ahí llega el mensaje al inbox de Facebook o Instagram, lo valoro, adapto y publico. No son solo frases, también me surgen ideas de la nada para crear memes, historias y videos.
(A. J.): ¿O sea que cuando indicas la hora y la clase, esos diálogos entre profesor y alumno no son una invención, han ocurrido en alguna facultad de Derecho?
(E. M. T.): En la mayoría de casos. Yo les explico a mis seguidores que el truco es entender el chiste o frase y que saquen lo verídico, según su criterio.
(A. J.): ¿Cuánto tiempo diario le dedicas al espacio?
(E. M. T.): Entre dos a tres horas. Pero eso sí, bien madrugadito y manejando tiempos, porque yo también trabajo, estudio y debo conectarme con la sociedad para que surjan ideas y poderlas plasmar en un meme o frase.
(A. J.): ¿Alguien sabe la verdadera identidad de El mero tenedor?
(E. M. T.): Hay poca gente que sabe de mi identidad. Los que saben son amigos que me apoyan y créeme que cuando lean esta entrevista sacarán una gran sonrisa. No sobra decir que mi madre (le digo “Chavita” con cariño) fue la primera en saber la identidad del mero, me regañó al comienzo, pero tiempo después, al ver que el objeto de este espacio era regalar humor sano sin recibir nada a cambio me apoyó y ahí está motivándome a no desistir y madurarlo un poco más.
(A. J.): ¿Se conocerá algún día?
(E. M. T.): Ese es mi principal objetivo, que algún día me conozcan. Cabe advertir que, si las cosas marchan muy bien, será pronto. Mejor dicho, ese tema está en el despacho (Jajajajaj).
(A. J.): Dime los tres memes más exitosos en la historia de El mero tenedor
(E. M. T.): Un meme no fue mío, lo acepto. Pero arrasó con todo. Fue sobre el día del padre y las demandas de alimentos. Lo encontré por accidente en un grupo familiar de Whatsapp y fue el boom el año pasado, llegando a los 23.000 likes. Otro fue sobre el matrimonio, en una frase que llegó a los 15.000 likes.
Pero el que me llena de orgullo es un video, que es material obligatorio para toda facultad de Derecho y entidad judicial, es una parodia de Hitler, en donde se muestran los problemas que enfrentaban las firmas de abogados frente a la transición del Código de Procedimiento Civil al Código General del Proceso. Fue un boom, y eso que lo hice esperando el almuerzo un domingo.
Muchos profesores lo han mostrado en sus facultades y me han enviado videos los estudiantes. El origen fue por un regaño de mi hermana, que también es abogada, aún lo veo y me río a carcajadas.
(A. J.): ¿Pero algún meme flojo también habrá salido?
(E. M. T.): Como todas las hermosas profesiones he tenido memes, frases y escritos muy malos y errores muy notables. Recuerdo cuando publiqué una foto confundiendo a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia con los de la Corte Constitucional. Quería desaparecer. Respiré, acepté el error con mis seguidores y ellos lo tomaron de la mejor manera. Otros han sido por culpa de la redacción y la ortografía.
(A. J.): ¿Qué es lo más difícil de administrar el sitio?
(E. M. T.): El manejo del tiempo.
(A. J.): ¿Qué es lo más gratificante?
(E. M. T.): Las sonrisas y que El mero tenedor se conozca en muchas facultades y juzgados del país. Parágrafo: saber que me siguen en muchos países de América Latina.
(A. J.): ¿Qué enseñanzas te ha dejado administrar este espacio?
(E. M. T.): Muchas, tengo miles. Pero la principal es que el Derecho es la esencia de la vida cotidiana. Por eso hay muchos seguidores que a pesar de que no sean estudiantes u abogados me siguen y se identifican mucho con mis ocurrencias.
(A. J.): ¿Por qué crees que tantos se identifican con tus publicaciones?
(E. M. T.): Como lo he dicho antes, para jugar parqués hay que saber las reglas y ahí está el Derecho. Las experiencias en la academia y en los juzgados son otro común denominador. Y, por último, mi personalidad. Pueden crearse muchas páginas y triplicarme en seguidores pero la esencia del mérito es mi personalidad alegre y descomplicada. Claro que a veces me sacan la piedra…
(A. J.): ¿Has eliminado a algún seguidor incómodo?
(E. M. T.): En este mundo de las tecnologías lamentablemente no se pueden eliminar, sino bloquear (Jajajaja). ¿Los motivos? Porque me han hecho sentir muy mal o critican de una manera muy burda y grotesca. Yo les advierto a mis seguidores que los comentarios mezclados con discriminación, homofobia, groserías y muchas cosas más son causales de bloqueo y sin recursos (Jajajaja).
(A. J.): ¿Le preguntamos a tus seguidores qué leían en sus tiempos libres, y muchos dijeron que los memes de El mero tenedor, te preocupa?
(E. M. T.): Para nada me preocupa. Este espacio es para que calmen su estrés con una sonrisa o aprendan con los retos o los problemas que publico en un tiempo que no puede ser considerado libre. Muchos abogados me escriben antes de una audiencia, me piden apoyo y eso me alegra. Tal vez la preocupación es en cómo se entiende y se maneja el tiempo libre. El ser humano por naturaleza tiene tiempo para todo, hay que saber manejar el reloj de la vida.
(A. J.): ¿Qué lee el Mero Tenedor en sus tiempos libres?
(E. M. T.): Mi pasatiempo es leer libros sobre la Segunda Guerra Mundial y que llenen el alma, como Sábato y Kafka.
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