Directorios internacionales: ¿siguen vigentes los ‘rankings’ de abogados?

María Sol Rubio
Socia de Gericó Associates (ex Chambers and Partners)

Desde que se publica el nuevo calendario de investigación de Chambers and Partners para América Latina, comienza la carrera dentro de los bufetes para preparar y presentar las candidaturas o submissions en tiempo y forma.

Para muchos profesionales, estas candidaturas, que involucran la planificación, el levantamiento exhaustivo de información, la redacción, la selección de referidos y la traducción, entre los muchos pasos que se deben seguir, pueden ser como una tortura real por el tiempo que consumen. No obstante, año tras año, estos mismos profesionales siguen presentándose a los variados directorios internacionales, entre ellos, Chambers, Legal 500, Leaders League, Latin Lawyer e IFLR1000, por nombrar solo algunos.

Entonces, ¿por qué lo hacen?, ¿siguen vigentes estos rankings?

Cabe aclarar que mi visión viene de haber trabajado durante tres años en Chambers and Partners y otros tantos como consultora, por lo que hablo desde mi experiencia directa.

Por un lado, los detractores de estas publicaciones concuerdan en que pueden no ser totalmente representativos del mercado, pues allí no están absolutamente todos los profesionales que se destacan en determinada área. Esto tiene algo de realidad, ya que es cierto que la gran mayoría de quienes obtienen un lugar presentan sus candidaturas. A su vez, también es real que hay profesionales y firmas calificadas, pero que nunca han presentado su información, en el caso de Chambers, por ejemplo.

Sello de calidad

Más allá de una cuestión de ego, obtener un ranking en un directorio prestigioso otorga un sello de calidad objetivo, mientras que apoya la atracción de clientes, trabaja en la reputación y mejora el posicionamiento en línea. Además, también puede servir como una herramienta de atracción y retención de talento.

Es importante destacar que cada día son más las empresas e instituciones que exigen a las firmas que, para formar parte de su panel, tengan un ranking en uno de los directorios más prestigiosos. Este es el caso de España, donde un organismo dependiente del Ministerio de Industria asigna un puntaje en la licitación a aquellas firmas que sean destacadas en Chambers, Legal 500 y/o IFLR1000.
Directorios que publican rankings sobran, y por eso es importante analizar las publicaciones, ver qué nos ofrece cada una y si realmente un ranking en uno de ellos podría traernos los beneficios mencionados.

De esta manera, antes de postular a algún ranking, premio o reconocimiento, siempre es importante buscar información sobre la publicación, ver su página web, redes sociales y si hay algún tipo de impacto en medios locales. Con directorios como Chambers y Legal 500, esto es más fácil de analizar, ya que sabemos que tienen más de dos décadas en el mercado, postularse no tiene costo y no todos los que se presentan obtienen un lugar. Ahora bien, estos directorios ofrecen productos de pago, pero únicamente a firmas que tienen un lugar en sus listados destacados.

Publicaciones sospechosas

En el otro extremo, publicaciones de las que nunca hemos escuchado hablar y nos ofrecen un premio (sin haber postulado) son bastante sospechosas y, probablemente, no sean relevantes, por lo que es mejor dejarlas de lado y enfocarse en aquellas más prestigiosos.
Otro punto para tener en cuenta a la hora de postular a un ranking es si la publicación intenta ser lo más representativa posible, particularmente en temas de igualdad de género.

Es una discusión que tiene tiempo en el sector, pero en el último año cobró mayor relevancia, cuando en el lanzamiento de la guía de América Latina para el 2021, se dieron a conocer datos estadísticos sobre la ratio de hombres/mujeres con un ranking, con resultados poco sorpresivos en varios países donde los hombres destacados llegaban a un 90 % del total.

Siempre recuerdo la primera vez que alguien llamó mi atención sobre este tema: fue en mis primeros tiempos en Chambers, donde me reuní con una abogada de Hong Kong, socia en una firma internacional. Ella, muy disgustada, imprimió los rankings de su jurisdicción para mostrarnos cómo en las bandas superiores solo había “hombres blancos y mayores de 60 años”, y tenía toda la razón. Esto ocurrió un par de años antes de que este directorio comenzara activamente a modificar esta situación.

Hoy, además de solicitar datos estadísticos a las firmas, se aseguran de entrevistar a un número equitativo de hombres y mujeres en cada área de práctica para lograr la mayor representatividad posible en las respuestas. Y las últimas publicaciones demuestran que, muy lentamente, la situación mejora.

Entonces, ¿siguen vigentes los rankings internacionales? La respuesta corta es que sí, claro que siguen vigentes y son una herramienta de marketing muy importante, pero solo aquellos que hacen un análisis real del mercado y de sus operaciones. A estos habrá que apuntar para aprovechar sus beneficios.