No son cifras, son historias de seres humanos a quienes la violencia les cambió la vida: Gabriel Becerra

Esta semana el representante a la Cámara por la Unión Patriótica (UP) Gabriel Becerra habló en exclusiva con ÁMBITO JURÍDICO sobre el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), conocido el pasado lunes 30 de enero del 2023, en el que se condenó al Estado colombiano por su responsabilidad en el exterminio de más de 6.000 víctimas y militantes de la UP. (LEA: Condenan a Colombia por el exterminio de la Unión Patriótica).

“Lo primero que debería mencionar es que la UP se estableció después de que, durante 30 años de conflicto armado, se intentó abrir el camino para una solución; no una solución militar, sino a una solución mediante la negociación política del conflicto, una que reconociera su carácter político”, comentó el congresista.

El partido tuvo una presencia política fuerte en todo el territorio nacional, en 1986 llegaron a elegir 15 parlamentarios, pero el 30 de agosto del mismo año fue asesinado en Barrancabermeja el representante a la Cámara por la Unión Patriótica Leonardo Posada, hecho que dio inició a una sucesión de homicidios, persecuciones y ataques contra los líderes, militantes y simpatizantes de este movimiento político.

La Corte IDH determinó que esto se trató de una alianza entre grupos paramilitares, con sectores de la política tradicional. “El exterminio abarcó varias generaciones”, anotó el congresista, “tuve un periódico Voz”, dijo refiriéndose al periódico del Partido Comunista Colombiano, “y mi mamá con preocupación me dijo que donde lo había conseguido y yo le dije que me lo habían entregado en unas reuniones en el colegio. Me dijo que ese era el periódico que un abogado de ella, que se llamaba Ramón Aníbal Suárez, dejaba en la entrada de su oficina, junto con los demás periódicos para que la gente los leyera. Al doctor lo habían matado”.

“Jesús Aníbal era un abogado de Norte de Santander que ejercía en el momento la presidencia de la Unión Patriótica en el departamento. Lo mataron con su esposa, con Cecilia Castro, sus hijos quedaron huérfanos y tuvieron que padecer lo que significa para cualquiera de nosotros que es hijo, crecer sin sus padres”, recordó Becerra.

El caso de la Unión Patriótica vs. Colombia lleva en el  Sistema Interamericano de Derechos Humanos 30 años. El 16 de diciembre 1996, la Corporación Renacer y la Comisión Colombiana de Juristas presentaron una petición ante la Comisión IDH, para investigar la participación del Estado en las graves violaciones de derechos humanos cometidas contra los integrantes y militantes del partido político.

En el 2017 la Comisión presentó sus conclusiones y recomendaciones al Estado, y estableció un plazo máximo de dos meses para cumplirlas, sin embargo, ante la oposición del Gobierno de brindar reparación a las víctimas, la Comisión informó que el Estado no cumplió con sus recomendaciones, lo que llevó al Gobierno nacional a presentar el caso ante la Corte IDH.

“Al inicio era un caso frente al cual había mucho escepticismo, sobre todo porque el Sistema Interamericano no tenía antecedentes de casos de procesamiento de un Estado por genocidio“. En este sentido, reconoció que este ha sido un largo proceso que ha logrado, al contar con evidencia sólida, “que se llegue a un fallo condenatorio del Estado, responsabilizándolo del exterminio de la UP por acción y por omisión”.

Sobre la intención del Gobierno nacional de acatar y reconocer el fallo, el representante Becerra asegura que el hecho de que “el presidente de la República como la dignidad más importante de un Estado, no haya vacilado en decir que el primer compromiso que él es cumplirle a la justicia, es algo también histórico”. Así mismo, reconoció que les sorprendió con agrado que los presidentes de Senado y Cámara, Roy Barrera y David Racero, respectivamente, tomaran la decisión de hacer un homenaje conjunto. (LEA: Congreso Pleno reconoce el fallo de la Corte IDH sobre exterminio de la Unión Patriótica).

Frente al panorama para la Unión Patriótica tras el fallo, el congresista expresó que “lo que sigue ahora es lograr que este proyecto no se detenga, que nunca más vuelva la Colombia de la violencia y la guerra política y social como la hemos vivido durante prácticamente el surgimiento de nuestra República, que se puedan materializar las nuevas reformas sociales, que podamos convivir en democracia, que dirimamos las diferencias en civilidad y de esa manera podamos ser felices, que los hijos de todos los colombianos puedan decir, “sí, este país vivió momentos dolorosos, pero ya no estamos ahí” y podamos realizarnos como personas, como seres humanos, ser felices“.

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