“Necesitamos que las mujeres puedan lograr un balance entre la vida laboral y la familiar”

La abogada colombiana Estefanny Pardo Gutiérrez fue designada recientemente como vicepresidenta de Women in Mining, una organización sin ánimo de lucro comprometida con la equidad de género y el liderazgo femenino en la industria minera. En este rol, Pardo asumirá un papel crucial en la promoción del empoderamiento femenino en este sector. 

ÁMBITO JURÍDICO: ¿En qué consiste su nombramiento como vicepresidenta de Women in Mining?

Estefanny Pardo Gutiérrez: Lo primero es señalar que Women in Mining es una organización sin ánimo de lucro cuyo órgano superior es su consejo directivo. Por eso, creo que sacar adelante las decisiones del consejo y de los siete miembros que me acompañan es el principal reto. Todas las miembros del consejo son mujeres muy destacadas en lo profesional y ejecutoras por excelencia, por lo que uno de los roles principales como vicepresidenta es generar las sinergias que logren materializar, de manera efectiva, los proyectos de la organización y gestionar su enfoque. Uno de los retos más importantes que tenemos este año es fortalecer el papel de nuestros embajadores y afiliados y lograr que los hombres se sientan parte de esta causa. 

Á. J.: ¿Cómo fortalecer la igualdad de género en un sector como el minero, tradicionalmente cooptado por hombres?

E. P. G.: Esa es una pregunta interesante que yo creo que todas las organizaciones de mujeres tratamos de responder con acierto todos los días. Actualmente, en Colombia la participación de la mujer no llega al 10 % en el sector minero y, si hablamos de la participación a nivel directivo, es mucho menor. Esto se debe a la discriminación histórica de la mujer en la minería, incluso discriminaciones de tipo legal, pues recordemos que hasta hace poco en nuestra legislación laboral colombiana estaba prohibido que la mujer participara en labores mineras. Por eso, en Women in Mining hemos entendido que uno de los principales retos es transformar esa cultura de discriminación, y esto se logra convirtiendo la discriminación en una oportunidad para demostrar los beneficios de la participación de la mujer en el sector.

Está comprobado que si usáramos toda la fuerza laboral de las mujeres en el mundo, lograríamos aumentar el PIB mundial en 27 billones de dólares. Para lograr esa inclusión, necesitamos políticas laborales que permitan a las mujeres hacer un balance entre la vida laboral y la familiar, condiciones sanitarias en los entornos laborales, seguridad en las operaciones mineras y, especialmente, el apoyo de los hombres en esta causa que tiene una brecha de 137 años.

Justamente, este año se lanza un libro que escribimos con el consejo directivo sobre buenas prácticas de equidad de género, en alianza con la Universidad Externado de Colombia, en el que hablamos del rol de hombre en la equidad de género y evidenciamos las sinergias que pueden lograrse si los hombres se hacen parte de esta iniciativa.

Á. J.: ¿Qué desafíos y oportunidades enfrenta Women in Mining?

E. P. G.: Women in Mining es una organización que se creó en el año 2019 y, gracias al gran trabajo de los cofundadores y miembros del consejo directivo anterior, del cual tuve el honor de hacer parte, la organización se encuentra hoy en un momento de consolidación trascendental y, por eso, el principal reto es lograr que más hombres y mujeres se unan a la causa de manera real. Algunos hombres creen que están por fuera del propósito de la equidad de género, pero eso es totalmente falso. Para lograr la equidad de género, necesitamos que tanto hombres como mujeres apoyen y se eduquen sobre el tema.

Otro de los desafíos importantes es trabajar de la mano con las organizaciones que pertenecen al sector minero para lograr la materialización de políticas y estrategias de equidad y poder acercarnos al propósito que la organización se ha propuesto en sus estatutos, que es ser la organización con mayor incidencia en la promoción de la equidad género en el sector minero para el año 2030.

Á. J.: ¿En qué consiste el desafío que tiene la organización de fomentar la idea de que la equidad de género es una labor que tanto hombres como mujeres deben apoyar?

E. P. G.: En muchas regiones donde se ubican los proyectos mineros existen todavía mitos que prohíben el ingreso de una mujer a una mina, porque señalan que la mujer trae “mala suerte” o que la mina “se pone celosa” de la mujer. También la barrera la encontramos incluso desde el hogar. Los hombres padres de familia no permiten que sus esposas trabajen en actividades mineras, en parte, debido a la falta de entornos laborales seguros.

Esta barrera que encontramos desde las regiones mineras tiene impactos lamentables en las mujeres, sobre todo en las mujeres rurales encargadas de las labores domésticas y que dependen exclusivamente del ingreso económico de los hombres. Por eso, es importante concientizar a los hombres del beneficio económico social, familiar y cultural que conlleva la participación de la mujer en la fuerza laboral minera. Está comprobado que la participación de las mujeres no solo contribuye al beneficio económico, como lo comentaba antes, sino al mejoramiento de la seguridad técnica en las operaciones mineras y en materia de buenas prácticas de gobernanza corporativa. Las mujeres y los hombres tenemos distintas habilidades por naturaleza, pero todos podemos desarrollar nuestro potencial al máximo en este sector.

Á. J.: ¿Qué mensaje les enviaría a las mujeres que aspiran estudiar carreras en la minería o áreas afines?

E. P. G.: Que trabajar en equipo, apoyar y empoderar a otras mujeres puede ser la clave del éxito propio. La reciprocidad genuina es la mejor fórmula para ayudar a los demás y para el crecimiento profesional y personal propio. Personalmente, he contado con el apoyo de hombres y mujeres en mi vida profesional y de las mismas miembros del consejo directivo anterior de Women in Mining, lo cual, definitivamente, ha potencializado mi desarrollo profesional y he visto que quienes apoyan a otros logran crecer exponencialmente. Tenemos la creencia de que entre mujeres no nos podemos apoyar. Debemos deconstruir ese concepto y cambiar esa perspectiva.

Á. J.: ¿Cómo observa el panorama de la equidad de género en el ejercicio del Derecho?

E. P. G.: Creo que para responder esa pregunta vale la pena hacer una distinción entre el sector público y privado. Del sector público veo mucho más avance, pues hay regulaciones como la ley de cuotas, que ayudó bastante al mejoramiento de la equidad de género. Para el sector privado, el reto consiste en materializar de manera efectiva las políticas de equidad de género que las empresas comunican en sus informes de sostenibilidad. Hemos ganado espacio en juntas directivas, pero la pregunta ahora es: ¿hacemos parte realmente de quienes toman las decisiones?

Á. J.: ¿Qué futuro prevé en la industria minera en el país, ante anuncios como la transición energética?

E. P. G.: La transición energética que pretende promover el Gobierno Nacional es preocupante, de cara a los impactos que pueden generarse para las mujeres que hacen parte de la industria minera colombiana. Si vemos las cifras en la minería artesanal, la participación de la mujer se invierte. El 75 % de fuerza laboral en la minería artesanal son mujeres. El proyecto de ley minera para la transición energética pretende prohibir la industria del carbón térmico y controlar las zonas para hacer minería. Esto claramente implicará que las mujeres dedicadas al sector verán un detrimento en sus condiciones laborales y, con ello, los impactos a nivel social serán devastadores.

Estefanny Pardo Gutiérrez

Es abogada y especialista en Derecho Minero Energético, en Derecho Empresarial y en Derecho Contractual. Es abogada en la oficina de Holland & Knight en Bogotá, donde ejerce en el área de litigio y resolución de disputas, así como en el área de recursos naturales. También es vicepresidente de Women in Mining Colombia. 

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