Memoriales / Informe
Las transformaciones en la enseñanza y el ejercicio del Derecho
11 de Junio de 2014
María Lucía Torres Villareal
Directora del Observatorio Legislativo y de Opinión de la Universidad del Rosario
La globalización, la implementación de nuevas tecnologías, el internet, las redes sociales, la internacionalización y la constitucionalización del Derecho, sumados a asuntos como la pobreza, la desigualdad, la guerra, el cambio climático y el deterioro ambiental, han generado algunos cambios en la forma en la cual se percibe el Derecho. Hoy, este se empieza a ver como una herramienta más idónea para producir cambios en las sociedades y atender las necesidades y desafíos modernos. Esto era casi impensable hace algunos años, a la luz del Derecho clásico.
De esta forma, se entiende el Derecho como un escenario menos riguroso y formalista, como un medio para formar profesionales, pero, ante todo, abogados que conciben su rol transformador en un contexto social con amplias necesidades. Katrina, Haití y otros desastres naturales; la trata de personas y las violaciones masivas y sistemáticas a los derechos humanos, por mencionar solo algunas situaciones, han planteado en los maestros del Derecho, en quienes lo estudian y lo ejercen, una visión distinta del mundo y del papel del abogado en la consecución de respuestas a las necesidades diarias.
El papel de la academia
Por ello, la preocupación de las universidades y, especialmente, de las facultades de Derecho, en Colombia y en el mundo, es por formar líderes propositivos, apropiados de su papel como ciudadanos, con gran sentido social y de pertenencia, con destacadas habilidades para incidir en la formación de leyes, sentencias y políticas públicas, y resolver problemas cotidianos de grandes y pequeñas comunidades y emprender litigios en el mundo.
Estos líderes deben ser capaces de trabajar en equipo y establecer alianzas para hacer litigio estratégico en casos de alto impacto social, dolientes del interés público, la transformación social y la búsqueda de un acceso real y efectivo a la justicia por parte de los diferentes sectores de la sociedad.
La respuesta por parte de la academia ha sido importante, evolutiva y comprometida. Las universidades han actualizado sus currículos y las formas de enseñar el Derecho, implementando nuevos modelos pedagógicos que brindan a los futuros profesionales elementos necesarios para responder a las necesidades de su contexto social y del mundo moderno.
Tres estrategias
Las facultades de Derecho han entrado en dinámicas interesantes, como la creación de clínicas jurídicas, el fomento de la cultura del trabajo probono, el manejo de casos de alto impacto y el uso del litigio estratégico como una forma de incidir, desde el Derecho, en el cambio social.
Las clínicas jurídicas se conciben en América Latina como un modelo pedagógico de enseñanza del Derecho y como un medio para atender las necesidades de las comunidades en situación de vulnerabilidad. En el primer aspecto, se entienden como el espacio para formar a los estudiantes a partir de las habilidades, destrezas y competencias que requiere un abogado para el desarrollo de sus actividades profesionales y que no suelen enseñarse en las escuelas de Derecho. Estas se materializan por medio de la práctica en casos reales, con comunidades que requieren los servicios legales de un abogado, porque atraviesan una situación de vulneración de derechos, con lo cual se afianza un modelo de enseñanza práctico y se fortalece la función de responsabilidad social de las universidades. Se trata, entonces, de un modelo en constante evolución, que puede revestir diferentes formatos, pero con fines pedagógicos y sociales comunes.
Este escenario de formación lleva implícito un objetivo de transformar la conciencia de los estudiantes de Derecho, al procurar cambiar su visión sobre la forma en que este se concibe, lo cual conlleva a los futuros abogados a ejercer su profesión de una forma socialmente responsable, independientemente de la rama del Derecho en la que trabaje o el lugar donde se desempeñe. Esta es la forma en la cual la academia se suma a la cadena de trabajo probono, fortaleciendo la cultura legal de ejercer el Derecho y, al mismo tiempo, ayudar al cambio social y a la defensa del interés público.
En ese sentido, el manejo de casos de alto impacto por parte de las clínicas jurídicas, en alianza con socios estratégicos, como las firmas de abogados y las empresas que se suman a la cadena de trabajo probono e, incluso, con otras clínicas o entidades del Estado, permite usar el litigio estratégico para generar un resultado que beneficie a los diferentes sectores de la sociedad y garantice la defensa del interés público.
Nuevas alianzas
Así mismo, se ha propiciado la creación de alianzas y redes nacionales e internacionales para socializar las nuevas prácticas en el ejercicio y enseñanza del Derecho, como, por ejemplo, la Red Latinoamericana de Clínicas Jurídicas, reconocida por ser un punto de referencia para el análisis de experiencias comparadas sobre defensa del interés público y los derechos humanos; la Red Probono Internacional y la Red Colombiana de Clínicas de Interés Público, entre otras.
Teniendo en cuenta la importancia de crear espacios académicos para la discusión de estos temas, la Universidad del Rosario, por medio de su clínica de interés público y su área de trabajo probono, en asocio con la Fundación Probono Colombia, diseñaron el foro El abogado del siglo XXI: transformaciones en la enseñanza y el ejercicio del Derecho, que se realizará los días 12 y 13 de junio.
Será un espacio en el que las personas interesadas en ser parte de las nuevas tendencias del Derecho, acordes con los cambios del mundo moderno, conozcan las experiencias y retos en materia de formación legal clínica y el ejercicio socialmente responsable de la profesión, con perspectiva internacional.
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