Anecdotario político

Benjamín Ardila Duarte

Felipe Zuleta Lleras lanzó el libro Las primeras damas de Colombia. Conoce el tema y fijó el interrogatorio de parte. Su abuelo Eduardo Zuleta, en 1945, organizó inicialmente la ONU. En EE UU, la Asociación Histórica de la Casa Blanca editó también un bello libro sobre The First Ladies, desde Martha Dandridge Custis Washington hasta Rosalynn Carter, con cortas y brillantes biografías de las compañeras de los estadistas, casi siempre consideradas el poder detrás del trono.

El periodista Andrés Oppenheimer indica –en su libro– ¡Cómo salir del pozo! varias recetas útiles a las naciones: hacer crecer la economía; vivir en democracia; combatir la corrupción; dar clases de felicidad en las escuelas; medir la felicidad; tener un propósito nacional; aumentar las actividades comunitarias; estar menos obsesionados por el estatus y mirar para adelante. Gran tarea para la población de una república moderna.

El espejo retrovisor es una maña presidencial, en Colombia y en otros países, que pregona que el antecesor gobernó mal. Abadía Méndez calificó el mandato de Pedro Nel Ospina como el régimen de la farándula y de la vil trapacería; no obstante haber sido su ministro. Laureano Gómez definió el nuevo estilo contra Ospina Pérez. López Pumarejo habló de república liberal, en contraposición a Olaya Herrera. Y hasta en Rusia: el XX Congreso de la URSS, en 1956, denunció los crímenes de Stalin, a quien habían sucedido en la conducción política.

La Fábula del tiburón y las sardinas es la fuente para el libro de Juan José Arévalo, presidente de Guatemala en la década de los cuarenta, cargo que ahora asume Bernardo Arévalo, su hijo, en medio de acalorada disputa con los factores de poder. La lucha entre el centro y la periferia de la que habla la Cepal. En Arévalo es la política de la dominación contra las sardinas inermes. La United Fruit Company explotó Centroamérica e hizo imposible la reforma agraria de Arévalo padre. Ahora es la corrupción el problema y acabarla es el proyecto primordial.

Gandhi batalló por la independencia de la India y anunció la caída del Imperio Inglés, así: “Ningún imperio, embriagado con el vino rojo del poder y del pillaje, ha durado mucho tiempo, y el Imperio Británico, que está fundado sobre la explotación sistemática de las razas físicamente más débiles y sobre una demostración continua de fuerza bruta no puede durar, si un Dios es justo y dueño del universo”. Y la historia le dio la razón.

El historiador Salvador de Madariaga –biógrafo de Colón y de Bolívar– afirmó: “Es ley fatal: (…) el poder corrompe al que lo ejerce sin trabas. Ay del gobernante que no se da cuenta de que las trabas constitucionales tienen ante todo por objeto resguardarlo a él contra el efecto corruptor del poder; ya en la cúspide, si no tolera la crítica de sus ideas y la oposición a sus actos, la fragilidad humana lo lleva al error”.

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