23 de Noviembre de 2024 /
Actualizado hace 1 hora | ISSN: 2805-6396

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Opinión / Columnista Online

Por una escritura jurídica funcional

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Giovanni Rosanía Mendoza
Magíster en Derecho Público

La funcionalidad se encuentra caracterizada con matices de utilidad, comodidad y facilidad, denotaciones que, a su vez, dirigen hacia la eficiencia, de manera que atender tal sentido permite inicialmente identificar la relación entre la funcionalidad y la eficiencia. Sobre esta línea planteada, interrogantes como qué es la escritura funcional, cómo se obtiene una escritura funcional y por qué es favorable una escritura funcional, se constituyen en parámetros de guía para comprender este tópico. 

A través de fuentes como los manuales de escritura, decisiones de la Corte Constitucional y demás implementaciones didácticas, a nuestro país también ha llegado la recomendación universal hacia un ejercicio escritural en el ámbito jurídico caracterizado por la eficiencia. Recordemos, inclusive, que desde las consideraciones de la Sentencia C-037 de 1996 el tribunal constitucional exhortó a la claridad en las providencias judiciales. Sin embargo, más que la claridad, en los más recientes tiempos emerge una corriente que indica sobre otros elementos a observar hacia la configuración de una escritura eficaz.

Una de las premisas hacia el entendimiento de la escritura funcional tiene conexión con relevantes como la agilidad, la comprensión, la cantidad y el estilo. En efecto, un ejercicio escritural funcional conlleva dinamismo en el texto, construcciones menos densas o farragosas (y, en general, pesadas), enlaces más cortos y una presentación más agradable. Es decir, los elementos enunciados nos conducen a despejar el camino para llegar al destino, esto es, conocer qué es una escritura funcional. En consecuencia, para saber qué es una escritura funcional o cuándo estamos frente a una escritura funcional, podemos señalar como vectores la identificación de construcciones escriturales dinámicas, entendibles, cortas, sencillas y simpáticas.

¿Cómo lograr una escritura funcional? De nuestra educación primaria y secundaria recibimos las nociones fundamentales sobre el español; sin embargo, la realidad vista en la producción de actos judiciales y en el ejercicio escritural de profesionales del Derecho muestra la carencia en el uso de los conocimientos mínimos recibidos acerca de la gramática castellana.

Desde la anterior premisa, una aceptable estructuración conlleva el repaso de aspectos básicos como la oración y las funciones elementales de los signos de puntuación, especialmente la utilización de la coma y el punto, signos usados con mayor frecuencia y, al mismo tiempo, equivocadamente. En esta dirección, una correcta aplicación de los signos de puntuación y una apropiada asimilación de la esencia de la oración garantizan la edificación de mejores párrafos, práctica que permitirá una comunicación más fluida y menos congestionada.

En torno a la armonía del texto jurídico, las recomendaciones iniciales se dirigen a tener en cuenta la sencillez e intentar cada vez una escritura corta. Escribir un lenguaje sofisticado no asegura la aceptación del argumento, ni escribir extenso facilita la efectividad del mensaje, es decir, no se requieren muchas palabras para edificar una expresión, entonces resulta indispensable lograr la ecuación sencillez y brevedad, además de una certera sintaxis por la cual transite mejor la idea que se desea enviar.

Esta descripción nos avisa la necesidad de más talleres y capacitaciones sobre aspectos como la diferencia entre oración y frase, el párrafo, las clases de párrafos, los tiempos básicos del verbo, las conjugaciones, el punto y la coma, la cohesión, la claridad, la armonía, la edición, la estructura y el estilo del texto. En este sentido, queda el compromiso de las facultades de Derecho hacia la formación de abogados con habilidades en competencias comunicativas, y en la Escuela Judicial Lara Bonilla el reto de capacitar servidores judiciales para que comuniquen adecuadamente, toda vez que el conocimiento de la escritura es inherente e inexorable en la abogacía, como lo son la morfología y la fisiología en la medicina.

No es un asunto de menor escala el aseguramiento de una escritura jurídica funcional. La optimización en la escritura resulta favorable en el ejercicio del Derecho. No solamente la administración de justicia se encuentra atiborrada por la cantidad de situaciones y actuaciones que se ventilan en su interior, por el insuficiente número de despachos judiciales o servidores judiciales, o  por la falta de una tecnología eficaz, útil y comprensible, sino por la ausencia de metodologías productivas, porque, inclusive, se tienen en cuenta más las formas que la primacía de la realidad y para expresar la realidad es indispensable una comunicación efectiva, es decir, dotada de claridad, agilidad y armonía.    

El desarrollo de una sociedad no solo se verifica en su economía, en el desempeño empresarial, en la capacidad de su tecnología, en la dispensación de soluciones hacia necesidades básicas, en el orden político social y en la cultura, sino también en la manera de comunicarse. En Colombia, contamos con fuentes bibliográficas de alta calidad sobre nuestro idioma y, en general, con herramientas pedagógicas. Así mismo, tenemos las obras de los artistas y orfebres de la escritura, que se hallan al alcance de las personas y de las instituciones, a fin de ser aplicadas en beneficio de un adecuado diálogo ciudadano. 

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